Lo que distingue la adoracion del presente es en Espíritu y en Verdad

Jesús continúa: “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren”. Dios es Espíritu y aquellos que le adoran deben hacerlo en Espíritu y en Verdad.”

Esta es la declaración clave: “La adoracion verdadera, que fue anticipada para el siglo venidero, ha llegado. “. . La hora viene (en el siglo venidero) y ahora es (aquí en Mí).

Y lo que distingue esta adoración verdadera futura que ha irrumpido en el tiempo presente del glorioso siglo venidero es que no está atada a un lugar específico o a una manera externa.

En vez de ser en este monte o en Jerusalén, es “en Espíritu y en Verdad.”

Lo que Jesús está haciendo aquí es quitándole al significado de proskuneo sus últimos vestigios de connotación externa y de localización. No es que sea incorrecto que la adoración se lleve a cabo en un lugar o utilizar formas externas; sino mas bien El está haciendo explícito y central que esto no es lo que hace de la adoración, adoración. Lo que hace que la adoracion sea adoracion es lo que sucede “en Espiritu y en Verdad” – con o sin un lugar y formas externas.